La política y el mercado inmobiliario español
Los resultados de las elecciones generales del 10 de noviembre en España y del 12 de diciembre en el Reino Unido tendrán sin duda un efecto en la venta de viviendas en España. El mercado inmobiliario español lleva ya más de un año navegando en aguas agitadas desde que el PP fue destituido en una moción de censura. Una combinación de factores, como la incapacidad del partido socialista de Pedro Sánchez de conseguir una mayoría de gobierno tras las elecciones de abril y los continuos disturbios en Cataluña, han provocado turbulencias que han sacudido la economía española.
Recientemente, España volvió a acudir a las urnas, lo que supuso una nueva victoria para el partido socialista PSOE, dirigido por Pedro Sánchez, pero los partidos de derechas obtuvieron importantes ganancias, por lo que aún tiene que formar una coalición. Lo más probable es que Sánchez busque al PP o a Ciudadanos, por la derecha, o a Podemos, por la izquierda, para formar gobierno. Podemos sería el aliado más natural del partido socialista, sin embargo, una coalición entre ambos seguiría sin alcanzar la mayoría de 176 escaños necesaria.
El mejor resultado para el mercado inmobiliario español habría sido un gobierno mayoritario, pero se ha restablecido una cierta estabilidad y la caída de las ventas de viviendas y de los préstamos hipotecarios puede, con suerte, invertirse.
Tradicionalmente, los inversores británicos han mostrado el mayor apetito por la compra de viviendas en España, pero los acontecimientos ocurridos desde la votación del Brexit en 2016 han causado preocupación en el mercado inmobiliario español, especialmente en las zonas más atractivas para los compradores del Reino Unido, como las Costas, Baleares y Canarias. La inversión británica en propiedades españolas generalmente sube y baja en relación con el valor de la libra, por lo que, cualquier resultado electoral del Reino Unido que reduzca la riqueza o restrinja el acceso a Europa para los ciudadanos británicos (como en un Brexit duro) hará que la relación se resienta.
Alternativamente, un resultado electoral que afecte duramente a la economía británica puede resultar beneficioso, ya que los inversores del Reino Unido claman por sacar su dinero del país. Si los conservadores salen victoriosos después del 12 de diciembre, al menos se mantendrían los acuerdos ya asegurados, lo que podría impulsar la libra esterlina, mantener el acceso a Europa para los ciudadanos del Reino Unido y garantizar una demanda continua de propiedades en el extranjero por parte de los compradores británicos.
Puede que algunos inversores potenciales del Reino Unido esperen a que se aclare la situación, pero la pregunta es: ¿cuántos han dudado y perdido desde que el Reino Unido decidió abandonar Europa? El mercado inmobiliario español no se ha quedado quieto en los últimos tres años y medio y se ha adaptado a una nueva demografía de clientes. El tipo de cambio es alentadoramente saludable para la libra en este momento, por lo que parece que, de seguir así, el impacto de la política en la demanda de viviendas en España por parte de los compradores británicos será insignificante en el futuro.