Decisiones sobre el gasto de la tasa turística
Los primeros 30 millones de euros de la recaudación del impuesto turístico balear, introducido en junio de 2016, están ahora en juego dando al comité para el impulso del turismo sostenible la enorme tarea de elegir entre 236 propuestas de formas de gastar los 30 millones de euros puestos a su disposición. Se ha priorizado la distribución del impuesto, primando la necesidad de preservar y desarrollar un suministro de agua respetuoso con el medio ambiente.
Aproximadamente la mitad de las propuestas presentadas están relacionadas con las infraestructuras hídricas. Hay 116 proyectos por un valor cercano a los 95 millones de euros dedicados a la creación de suministros sostenibles de agua y energía. Un asunto cercano al corazón de todas las Baleares sería simplemente una cuestión de qué isla se beneficia más de la distribución de los fondos. Las segundas licitaciones más solicitadas son las destinadas al medio ambiente, la agricultura y la conservación del medio marino, con 44 propuestas por valor de más de 62 millones de euros, mientras que la restauración cultural y el patrimonio atrajeron 37 ofertas por un valor combinado de más de 38,5 millones de euros.
El turismo en Ibiza no se ha visto afectado por la introducción del recargo diario que, el año pasado, osciló entre 0,50€ y 2€ por adulto mayor de 16 años, dependiendo de la clasificación oficial del alojamiento. De hecho, el número de turistas aumentó 11% en 2016 en comparación con el año anterior. El aeropuerto de Ibiza vio pasar por sus puertas a 1.390.009 pasajeros solo en agosto, lo que supone un incremento de 6,9% respecto al mismo mes de 2015.
En general, se considera que Ibiza y las demás islas baleares son ahora destinos vacacionales "seguros", dado el clima de agitación política y social en muchos de los países antes populares. Dicho esto, el turismo en Ibiza y Formentera, hasta ahora, sigue dependiendo de la temporada, con un número limitado de vuelos directos a Ibiza durante los meses de invierno y una gran cantidad de alojamientos vacacionales tradicionales en ambas islas que cierran, a pesar de un clima agradable durante todo el año.
Por lo tanto, las propuestas que más beneficiarían a los residentes de las Pitiusas parecen ser las relativas a la diversidad del empleo, la mejora de la formación del personal y la creación de puestos de trabajo en temporada baja. Hay tres ofertas por un total de 3,3 millones de euros y otras 22 propuestas, por valor de más de 10 millones de euros, destinadas a hacer frente a la estacionalidad y promover el turismo de temporada baja y sostenible.
Aunque cualquiera de los proyectos contribuirá al beneficio a largo plazo de Baleares en su conjunto, el comité tendrá que estudiar la mejor opción y las prioridades de cada isla antes de enviar sus recomendaciones al gabinete para su aprobación. El valor combinado de las propuestas presentadas asciende a unos 218,4 millones de euros, por lo que la decepción en algunas áreas será inevitable. Sin embargo, los solicitantes pueden volver a presentar ofertas tras la evaluación del gasto anual de los ingresos fiscales, cuando se dispondrá de una suma mucho mayor.
Parece que el impuesto turístico sostenible no ha resultado ser el elemento disuasorio para los posibles visitantes que los escépticos habían previsto y ha supuesto una saludable inyección de dinero para seguir promocionando las islas como destinos vacacionales considerados y sostenibles.
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